Pablo Ortiz y Biblioteca letraherida: „El libro de los susurros, una novela imprescindible para completar la historia del siglo XX”

“‘Nosotros no nos diferenciamos por lo que somos, sino por los muertos a los que cada uno llora’, dijo mi abuelo”. (…) No existe ninguna familia armenia en este mundo que no cuente con algún desaparecido.” El libro de los susurros(Pre-Textos), del escritor rumano Varujan Vosganian, es una impresionante novela memorialista que narra el exterminio de cristianos armenios a manos del Imperio turco otomano (de 1895 a 1922), la diáspora de este pueblo y el segundo infierno que vivieron en Rumanía bajo el yugo comunista de Nicolae Ceausescu: “Soy un hombre que ha vivido lo indecible en este mundo. Y que precisamente por eso no ha vivido.”

Hay historias que por miedo a la persecución, por olvidar la tragedia o porque se han apagado las voces de los protagonistas, son contadas en susurros, casi en secreto, en silencio, en murmullos… Este es el caso de la vida de Garabet Vosganian, abuelo del autor, y de toda su familia: la historia de los vencidos, de los débiles, la historia del primer pueblo exterminado del siglo XX en Occidente que, a día de hoy, la actual Turquía sigue sin reconocer como algunos alemanes con la shoahjudía. Ambas etnias perseguidas, deportadas forzosamente, torturadas, condenadas a trabajos forzados y ejecutadas en masa.

El Gran Crimen, como así también se denomina este genocidio, fue un intento del sultán Abdul Hamid II de aniquilar a los armenios y a otras poblaciones cristianas: “Los convoyes aislados de los deportados eran presa de jinetes otomanos entregados al pillaje y el degüello, ya fueran criminales liberados a propósito de las cárceles turcas y armados, o bien kurdos, chechenos y beduinos. Saqueaban, robaban mujeres jóvenes y exterminaban hasta el último hombre.” El campamento de desplazados de Dipsi fue el primer campo de concentración contemporáneo. Allí murieron treinta mil personas fruto del extremo agotamiento, del hambre y de las liquidaciones otomanas.

En las primeras masacres hamidianas, a finales del siglo XIX, fueron asesinados entre doscientos y trescientos mil armenios. Además, barrios enteros y miles de iglesias quedaron arrasadas. Ya en el siglo XX y hasta 1922, se calcula que de los casi dos millones de armenios que vivían en el Imperio otomano, un millón y medio fueron deportados y ejecutados durante su largo peregrinaje. El resto fueron salvados por el ejército ruso zarista o tuvieron la suerte de sobrevivir en el camino y luego en el exilio. Cada 24 de abril se conmemora en todo el mundo este genocidio por ser el Día de la Muerte del Poeta Daniel Varujan (1884-1915), símbolo de la resistencia asesinado por el gobierno de los Jóvenes Turcos al que pertenecía Hamid II:

“En mi escritorio, en este cuenco, / hay un puñado de tierra, traído / de los campos de la patria. / (…) Y esa tierra, ese polvo, que guardo con tanto amor, / (…) ese fragmento exiliado de Armenia, esa reliquia / de nuestros abuelos poderosos, / talismán y ofrenda púrpura, / con el corazón oprimido por garras desconocidas, / bajo el cielo, sobre un libro, en la hora / preciosa entre sonrisas, amores o en el momento / sublime del nacimiento de un poema, / me impulsa precipitadamente / sea a llorar, sea a rugir / y armar mi puño, mi alma en mi puño.” Poema “Tierra púrpura”.

A lo largo de la lectura, Vosganian narra el éxodo de su pueblo a través de la vida de su abuelo, principalmente, y otros miembros de su familia y amigos cercanos, entrecruzando sus historias entre la persecución comunista y otomana (la huida hacia Europa, las atrocidades islámicas comentadas y las perpetradas por Stalin, Ceaucescu y la Securitate rumana): “El día de la quema de libros en la plaza, frente al teatro Pastia, las hojas arrancadas flotaban como aves blancas, empapadas de brisa. Los libros intentaban escapar, notaban que algo no estaba en orden, pues los hombres jamás se habían comportado así con ellos. (…) Mi padre miraba sin poder llorar siquiera, ya que el calor de la hoguera le quemaba las mejillas y secaba las lágrimas.” Pero El libro de los susurros es también un testimonio muy enriquecedor sobre las costumbres, las festividades, las tradiciones y la cultura armenia. En definitiva, una novela imprescindible para completar la historia del siglo XX y para no olvidar estos crímenes contra la humanidad.

El libro de los susurros (Pre-Textos), de Varujan Vosganian